Hogares inteligentes
Tener un hogar inteligente se ha convertido en una necesidad práctica, ya que su conjunto de sistemas y soluciones tecnológicas nos permite automatizar nuestro hogar, facilitándonos las tareas domésticas y nuestra propia seguridad, mientras gestionamos de forma eficiente la energía.
Sea como sea, antes de domotizar el hogar conviene informarse, consultar a un profesional especializado y pedir presupuesto, teniendo en cuenta que no siempre se necesita automatizar al completo la vivienda, sino que podría bastar con algunas áreas o elementos concretos.
Beneficios de a domótica en el hogar
- Facilita el ahorro energético mediante la monitorización de consumos, obteniendo la información necesaria para modificar los hábitos y aumentar el ahorro y la eficiencia.
- Fomenta la accesibilidad facilitando el manejo de los elementos del hogar a las personas con diversidad funcional, además de ofrecer servicios de teleasistencia para aquellos que lo necesiten.
- Aporta seguridad mediante la vigilancia automática de personas, animales y bienes, así como de incidencias y averías.
- Convierte la vivienda en un hogar más confortable a través de la gestión de dispositivos y actividades domésticas.
- Garantiza las comunicaciones mediante el control y supervisión remoto de la vivienda a través de internet.
Elementos domotizados
Todo lo que pueda imaginar se puede comunicar entre sí y puede ser activado y controlado de forma remota desde cualquier lugar con un ordenador o teléfono móvil a través de internet. Ejemplos de elementos domotizados en el hogar pueden ser:
- Electrodomésticos.
- Calefacción, refrigeración e iluminación.
- Apertura y cierre de persianas, toldos, ventanas y puertas.
- Sistemas de audio y vídeo, de seguridad (alarmas), de presencia u otras que simulan la presencia en la vivienda subiendo las persianas de día y bajándolas por la noche o programando el encendido y apagado de luces.
- Detectores de humo, fugas de gas y agua.
- Riego de jardín y terraza.
Tipos de instalaciones
Existen diferentes tipos de instalaciones dependiendo de cómo se transmite la señal. Para elegir la más adecuada, lo mejor es contar con el consejo de un profesional.
- Sistemas inalámbricos: no necesitan obra y son relativamente sencillos de instalar. Conviene tener en cuenta que funcionan con radiofrecuencias y pueden sufrir interferencias.
- Cable dedicado o bus: exigen obras en la casa pero también son más estables, seguras y eficientes y la calidad de señal muy buena.
- Cable compartido o powerline: se comparte el cable de alimentación de otros aparatos eléctricos. Conlleva algunas ventajas en cuanto a la instalación, pero reduce la fiabilidad del sistema.