Inversiones en viviendas saludables
El pasado 22 de abril se celebró el Día Mundial de la Tierra, ideado para concienciar sobre la necesidad de proteger el medio ambiente y la conservación de la biodiversidad, poniendo freno a la contaminación e incentivar el uso responsable de los recursos naturales.
En este marco, la UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios, entidad especialista en financiación sostenible de la vivienda), ha elaborado la guía «Cómo cuidar la Tierra desde casa» con pautas para la creación de hogares eficientes. El objetivo es concienciar a las personas propietarias españolas de la importancia de residir en viviendas saludables para los propios residentes y para el cuidado del planeta.
Cómo es un hogar saludable
Según la OMS, se define como vivienda saludable “un espacio residencial que promueve la salud de sus ocupantes, un refugio que sustente un estado de bienestar físico, mental y social”. Se trata, por tanto, de hogares con una buena construcción y materiales y con elementos que inciden de forma positiva en la salud, como las buenas condiciones lumínicas, espacios exteriores y al aire libre o la cercanía a zonas verdes.
Los criterios de eficiencia influyen también a la hora de determinar cómo de saludable es una vivienda. En nuestro país sólo un 5% de inmuebles son eficientes energéticamente, es decir, consumen la energía que realmente necesitan, sin derroche por mal acondicionamiento o malas prácticas, y con uso de fuentes de energía limpia y no contaminantes.
Esta es una tipología de vivienda cada vez más demandada entre las personas propietarias españolas, pues según una encuesta de percepción realizada por la UCI, aumenta el interés por los hogares más sanos y eficientes en España.
De hecho, casi la mitad de los propietarios en España invertiría en su vivienda con este objetivo: un 23% entre 5.000-10.000 euros y un 24% estaría dispuesto al desembolso de entre 10.000-50.000 euros; mientras que un 21% se mudaría a otra vivienda en busca de estas características.
Estas inversiones irían destinadas principalmente a obras de reforma para el aislamiento de suelos, paredes, techos y ventanas; la sustitución de sistemas tradicionales de calefacción por otros más limpios y eficientes (como la aerotermia o geotermia); así como la instalación de placas solares para el autoconsumo energético y de sistemas domóticos.
Entre los aspectos de la vivienda que los propietarios mencionan en mayor medida como perjudiciales para su salud se encuentran, por este orden: presencia de humedades, escasez de luz natural, mal acondicionamiento térmico, limpieza del inmueble, ineficiente aislamiento acústico, poca seguridad del entorno, mala calidad del aire interior y exterior y accesibilidad del edificio.
Cuidar la Tierra desde casa
En esta línea de apuesta por la salud y eficiencia en el hogar, desde la UCI apuntan también algunos trucos para cuidar el planeta desde casa con pequeños actos diarios.
- Iluminación: aprovechar al máximo las horas de luz natural, utilizar bombillas LED y evitar tener varios focos de luz en una misma estancia si no son estrictamente necesarios.
- Dispositivos electrónicos: a la hora de cargar las baterías, hacerlo en modo avión y no desenchufar hasta estar 100% completa la carga, así como evitar dejar los aparatos en modo standby. Dos gestos que contribuyen a reducir el consumo energético y a ahorrar hasta un 10% en la factura.
- Electrodomésticos: en la cocina, evitar abrir el horno cuando esté en funcionamiento porque pierde unos 20 grados de temperatura y consume más para volver a calentarse, así como aprovechar el calor residual de la vitrocerámica, apagándola unos minutos antes de que la comida esté lista. En cuanto a la lavadora, optar por ciclos cortos de lavado y agua fría o templada con cargas completas y, luego, para reducir el consumo energético, secar la ropa al aire libre.
- Agua: usar grifos eficientes mediante reductores de caudal y monomandos y apostar por el lavavajillas en lugar de lavar a mano porque el uso continuado del grifo genera un 40% más de gasto en agua.